Carabanchel atesora una joya patrimonial de primer nivel, un cementerio monumental que fue inaugurado a principios del siglo XIX y en el que se esconden muchas historias ligadas al pasado de la ciudad.
En él descansan los restos de los más ilustres artistas, políticos, pensadores, militares, literatos y aristócratas de la villa de Madrid de los siglos XIX y XX. Creado el 9 de marzo de 1811, es uno de los cementerios monumentales más bellos y desconocidos del país, me atrevo a compararlo con el cementerio parisino Père–Lachaise y creo que no exagero haciéndolo.
Nichos, panteones, hombres ilustres y ante todo mucho arte
Pasear entre sus patios es pasear entre la historia de nuestro país y es que, como explica una de las guías de la Sacramental de San Isidro, Ainara Ariztoy, “todo aquél que quería ser algo en el Madrid del siglo XIX, necesitaba tener las tres P: el palacete en la Castellana, el palco en el Teatro Real y un panteón en la Sacramental de San Isidro”
Su origen se debe a la decisión que se tomó bajo el reinado de Carlos III de que se abandonara la costumbre de enterrar en el interior de las iglesias y se comenzarán a realizar los enterramientos en las afueras del casco urbano. Sin embargo, no sería hasta el reinado de José Bonaparte cuando se comenzasen a levantar los cementerios a las afueras de la ciudad.
Se trata del más antiguo de los cementerios que existen remontándose su inauguración al año 1811. Fernández de los Ríos apuntaba que su construcción se había hecho sobre los terrenos que otro cementerio había ocupado en el siglo XVI.
Llamado en un primer momento Cementerio de la Cofradía Sacramental de San Isidro, por su vinculo con la cofradía, fue aumentando su tamaño progresivamente a lo largo del siglo XIX.
En la actualidad son siete los patios que conforman el recinto de esta necrópolis monumental siendo el más antiguo el de San Pedro (1811)
Se piensa que el primer cuerpo que se depositó en este cementerio fue el de Francisco López Ballesteros, el 21 de julio de 1811.
A éste le siguieron el médico de Fernando VII, Antonio Feraseri, Bernando de Conde (director de la R fábrica de loza del Retiro, Isabel Tintero (la mujer que encontró el lienzo de la Virgen de la Paloma) y el de Manuel Fernández Varela, protector de las artes y a cuya iniciativa se erigió la estuatua de Cervantes en la Plaza de las Cortes.
Un paseo entre sus patios es un paseo por la historia de España en la que nos acompañan cipreses y un bonito gato que habita junto a los guardases de este cementerio.
Entre los nichos descubrimos el lugar donde descansan los restos mortales del célebre médico segoviano Pedro Velasco, fundador del Museo Nacional de Antropología. Junto a él descansan su mujer y su famosa hija Conchita sobre cuya momia circula una historia rocambolesca y nada cierta.
Los Duques de Denia escogieron uno de los lugares más privilegiados del cementerio para levantar su panteón en forma de pirámide truncada. Para su construcción contaron con el arquitecto Enrique María Repullés y Vargas y para las esculturas con uno de los artistas del momento, Mariano Benlliure.
Sería precisamente el escultor valenciano quien crease para su interior los sepulcros yacentes de los duques (gravemente dañadas en la Guerra Civil) y un sereno Cristo crucificado en mármol.
En nuestro paseo nos detenemos ante la sepultura del músico y compositor de zarzuelas Cristóbal Oudrid y Segura (1825-1877) que ha sido restaurada recientemente gracias a las aportaciones que se obtienen con las visitas guiadas al recinto.
La familia Madrazo, Enrique de Borbón, José Canalejas, Pedro Rodríguez Campomanes, la Duquesa de Alba, Pepita Tudó, Diego de León, Ramón Mesonero Romanos, José Echegaray, Leonardo Torres Quevedo, Antonio Maura o Amalia del Llano Condesa de Vilches son solo algunos de los nombres de personalidades enterradas en esta necrópolis.
Uno de los personajes enterrados en esta necrópolis y que más interés suscitan es el de Consuelo Vello Cano, alías “La Fornarina”. Su sepultura, en mármol, está coronada por un bello ángel alado que sufrió una pérdida durante la Guerra Civil lo que le hace parecer una Victoria Alada.
Fallecida tristemente a la edad de 31 años, Consuelo llegó a ser una de las cupletistas más importantes del Madrid de principios del siglo XX llegando incluso a actuar en París.
Es nuevamente la guía del cementerio quien nos relata que hasta hace un par de años en la fecha de la muerte de Consuelo, el 17 de julio, alguien dejaba una flor en su sepultura.
Entre los panteones sobresalen el de la familia Guirao, de Agustín Querol, el de la Familia Fernández de Villota, de Antonio Palacios y el de la Familia Barberia en cuyo interior se esconde una interesante reproducción en azulejos del lienzo de la Virgen de la Consolación del pintor francés William Adolphe Bouguereau.
Resulta imposible relatar en tan solo un artículo todas las maravillas que se esconden en este cementerio. Es conveniente visitarlo varias veces ya que restauran y abren nuevas rutas con frecuencia.
Toda la información sobre las visitas guiadas se encuentra AQUÍ
Enlaces y bibliografía:
- Cementerios de Madrid, Memoria Sepulcral de la Ciudad. Miguel Álvarez
- Pasión por Madrid https://pasionpormadrid.blogspot.com.es/2011/11/el-cementerio-de-san-isidro.html
- Historias Matritenses: http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2015/10/los-viejos-cementerios-de-madrid.html
- Cementerios de Madrid: http://cementeriosmadrid.wixsite.com/benlliure-su-legado/duques-de-denia
- Arte de Madrid: https://artedemadrid.wordpress.com/2009/10/29/el-panteon-guirao-en-el-patio-de-la-concepcion-de-la-sacramental-de-san-isidro/
- Javier Barreiro: https://javierbarreiro.wordpress.com/2011/09/20/la-fornarina-y-el-origen-de-la-cancion-en-espana/