El Madrid de 1955 retratado por el fotógrafo Cas Oorthuys
El Sereno
El Madrid de 1955 retratado por el fotógrafo Cas Oorthuys
España en los años 50 estaba comenzando a abrirse al turismo internacional y por ese motivo las editoriales extranjeras estaban interesadas en la promoción de los destinos turísticos a través de los libros de viajes.
Una de estas editoriales fue Contact quién decidió editar una serie de libros de bolsillo de ciudades europeas y dedicó uno a nuestro país titulado ‘Hart van Spanje’ (El Corazón de España). Las fotografías de este libro fueron encargadas al fotógrafo holandés Cas Oorthuys y los comentarios a las mismas los realizó el poeta neerlandés Bert Schierbeek.
“A eso de las siete de la tarde la Gran Vía se convierte en un río de gente. Las oficinas se vacían, los obreros se van a casa, pero las tiendas y los cafés están concurridísimos, y los policías de tráfico, silbando y gritando, intentan frenar a los coches que zumban de un lado a otro. Al cabo de un rato se toma el aperitivo y se limpian los zapatos para el gran desfile al que no faltan las madres y los niños. En la calle Hortaleza los cafés de los artistas están a tope” Bert Schierbeek.
Para realizar tanto las fotografías como los textos, el fotógrafo y el poeta viajaron a España llegando a Madrid en el mes de mayo de 1955. En ese libro de viajes, que vería la luz un año después y que fue un éxito de ventas, se incluyeron no solo fotografías de Madrid sino también de ciudades como Alcalá de Henares, Toledo, Ávila, El Escorial o Segovia.
En el año 2006 la Fundación Carlos Amberes en su sede madrileña de la calle Claudio Coello, presentaba una exposición dedicada a las fotografías que Cas Oorthuys hizo de Madrid y dentro de la muestra se incluyeron algunas fotos inéditas que no habían sido incluidas en el libro de viajes
En lo que respecta a las fotografías de Madrid, éstas reflejan una jornada entera durante las fiestas de San Isidro. En ellas advertimos desde las calles vacías y serenas al amanecer, hasta el famoso baile en la sala Pasapoga al caer la noche. Entre medias nos encontramos con ellos, los madrileños que acuden a sus trabajos los que toman algo en Gran Vía o los niños que juegan en la calle.
Además, en las fotos se nos muestran espacios tan emblemáticos de la ciudad como son la Plaza Mayor, la calle Fuencarral, la Calle Mayor, la Calle Arenal, la Plaza de Santa Ana, el Paseo del Prado o la Gran Vía, entre otros.
Pero si por algo destacan sus fotografías es por el excelente retrato que hizo de la sociedad madrileña del momento y de su vida cotidiana. En sus fotos vemos a los obreros, a los comerciantes de plazas como Dos de Mayo o San Miguel, a los barrenderos de la calle Arenal, a las vendedoras de diarios de la calle Alcalá, al cerillero del Bar Sol o comercios y cafés desaparecidos de la ciudad.