Martina Cocina, la nueva vecina del Rastro
Plaza de Cascorro 11
Lavapiés/La Latina
Precio medio: 12-15 euros
Lunes cerrado
“Tenemos chica nueva en la oficina, se llama Martina y su cocina es ¡divina!”
Martina Cocina es la nueva vecina de la castiza plaza de Cascorro, ubicada en el número 11 a pocos pasos del comandante Cascorro. Martina Cocina es una cafetería gourmet donde se dan cita los manjares argentinos, las limonadas, los sándwiches, las quiches, los zumos naturales, las ensaladas, los alfajores, los rolls y canastas y atención ¡las tartas!
El local que ocupa pertenecía a la tienda de muebles que está al lado, un espacio amplio decorado con madera y azulejos blancos. Es muy luminoso y agradable, tiene una gran mesa central de madera y unas seis o siete mesas bajas. Un espejo al fondo, una antigua cava de ladrillo en la planta de abajo, (aún sin abrir) y dos grandes puertas que funcionan como ventanales y se asoman a la plaza, complementan la oferta del local.
Llegué a Martina Cocina, tras el chivatazo que Noemí de Me Gusta Mi Barrio me dio. Ella al igual que yo suele transitar mucho por esta zona y se topó con este bonito local. Lo cierto es que Lavapiés está incrementando su oferta gastronómica en los últimos meses, ahora en las calles del Rastro conviven los clásicos bares de palillos y tabernas centenarias con locales más modernos y con oferta foránea.
Lo que puedes encontrar en la carta de Martina Cocina es comida casera, preparada con los mejores ingredientes del mercado y con mucho mimo y amor. Las quiches, empanadas, ensaladas y sándwiches van a tener que convivir durante muchos años con las sardinas, caracoles y patatas bravas que sirven al otro lado de la calle. Es una opción más para tus comidas en Lavapiés, y además, al tener cerveza Alhambra, se convierte para mí en una posible opción de cañeo dominguero.
Me pierde el dulce, no es ningún secreto, así que al ver la tarta de chocolate y dulce de leche, tenía que probarla. La porción de tarta (4.50 euros) tiene el tamaño perfecto para que no te canses del dulce, es una bomba calórica, pero he de reconocer que estaba buenísima y las almendras y el glaseado le venían al pelo.
Tienen otras tartas y postres, si te gustan los alfajores, ¡pruébalos! los tienen en el mostrador central y son una tentación.
Tienen menú diario, abren por la mañana para dar desayunos y cierran por la noche. Tengo que volver a probar otras cosas de la carta, pero creo que no me equivoco al decir que se va a convertir en el nuevo local de moda en el barrio, El Café Molar ¡tiene competencia!
Sin más, se despide atentamente
