HELADERÍA, GIUSEPPE RICCI
C/Huertas 9. Madrid
Metro: Sol, Antón Martín, Tirso de Molina
El helado es exquisito, es una pena que no sea ilegal – Voltaire
Hoy vengo a hablaros de helados, el postre que resulta ser el refrigerio ideal para estos días de calor extremo que nos asolan. Lo cierto es que, la historia del helado está intrínsecamente ligada a la del ser humano y a la de los calores que éste sufre en la época estival.
Se tiene constancia de la existencia de una especie de helado en forma de bebida enfriada con nieve ya antes de la era cristiana. Alejandro Magno y Nerón enfriaban sus jugos con hielo o nieve, y Marco Polo al regresar de sus viajes trajo consigo una serie de recetas de postres helados que se implantaron en las cortes italianas.
Como es natural, el helado, ha sufrido modificaciones conforme ha ido avanzando la civilización y su historia. La primera heladería como tal se la debemos a Francisco Procope un siciliano que abrió en Paris el Café Procope en el SXVI,fue tal la fama que obtuvieron sus helados que fue felicitado personalmente por el rey Luis XIV.
No es mi intención aburriros con datos históricos, quiero hablaros de los helados que preparan en una heladería madrileña, y que son helados artesanales, cremosos y elaborados con productos frescos, los helados de Giuseppe Ricci.
Hace unos ocho años, descubrí un poco por azar esta heladería y desde entonces no he dejado de ser fiel a sus sabores. No os voy a engañar, el hecho de llevar un nombre italiano hizo que un sereno italianófilo como yo, se adentrase con decisión al establecimiento que tienen en la calle Huertas.
Esta heladería es especial, los sabores de sus helados son auténticos, sabrosos y cremosos. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, sus helados son elaborados a diario en el obrador que tienen en la trastienda, para producirlos siguen la tradición italiana dejando que las materias primas de primera calidad se mezclen lentamente para conseguir una textura cremosa y suave.
Todos los días ponen a disposición de la clientela sabores diferentes, los tienen desde los más tradicionales como es la fresa, el chocolate o el pistacho hasta los más innovadores como los de mango, sandía, melón y el que es mi favorito, el de coco. Si ya te quieres arriesgar y eres un atrevido, ¡prueba el de mojito!.
Un detalle que me conquista es que los sabores están escritos en italiano, si te apasiona la Nutella prueba el helado de nocciola (avellanas), ¡no te defraudará!
Lo bueno de esta heladería son dos cosas, la primera que está abierta durante todo el año y puedo tomar helados cuando me plazca, el helado, señores no es solo para el verano, lo segundo y creo que es lo que más os interesará es el precio.Veréis, los precios son realmente buenos, por 2 € puedes pedir un helado de dos sabores.
Si no eres capaz de decidir el sabor que quieres, puedes pedir consejo a los trabajadores del local, ellos te sabrán aconsejar y te dejarán probar algún sabor que genere tu interés, son todos muy amables.
Disponen además de una serie de ofertas como crepes dulces o salados a 2 €, cafés y refrescos a 1 € y yogures helados desde 1.60 €.
Si tú también eres un amante del buen helado como yo, te recomiendo que pruebes los de esta heladería y si tienes la suerte de viajar a Bolonia, te recomiendo que visites el Museo del Helado que abrieron en la bella ciudad roja en el pasado invierno.
Sin más, se despide atentamente
