La noche en la que Gloria Fuertes le recitó versos al sereno

La noche en la que Gloria Fuertes le recitó versos al sereno

Para conocer esta historia, a la cual he accedido leyendo la Antología de poemas de Gloria Fuertes que acaba de editarse, viajamos al Madrid de la posguerra y nos situamos en uno de los lugares más frecuentados por la poeta, el céntrico Café Varela. Es viernes y dan las once y media de la noche, el sereno ya está de ronda y Gloria Fuertes acompañada de unos amigos se encuentra en el Café Varela ¿qué haría en ese lugar la poetisa? ¿qué le pasó con el sereno?

Un sereno, en 1959, en la Plaza de Santa Cruz de Madrid. Foto: ABC
-El Café Varela, el Café de los Poetas

Sito en la calle Preciados número 37 ya casi en la Plaza de Santo Domingo, este café histórico de Madrid era conocido como el café de los poetas. Todos los viernes, a partir de las 23:30, unos doscientos poetas se daban cita en este lugar para la subirse a la tarima y participar en el recital poético que había creado el industrial y poeta Eduardo Alonso en 1946 .

Este recital, que recibía el nombre de ‘Versos a Medianoche’, aglutinaba a los poetas de café, esos poetas jóvenes, en muchos casos llegados de provincias, que aspiraban triunfar con sus versos en el complicado mundo de las letras.

Interior del viejo café Varela. Foto tomada del blog ‘Antiguos Cafés’

Pero en este Madrid, no solo había tertulia en el Café Varela. Lo cierto es que este tipo de recitales poéticos en cafés se puso muy de moda en el Madrid de la época encontrándose también tertulias como “Juvencia” en el Café Suizo, “Noches y Versos” en el Café Lavapiés o “Nosotros” en el Café Bilbao, entre otras. Este ambiente bohemio quedaría perfectamente recogido por Rafael Azcona en su obra, escrita a los siete años de estar en Madrid, ‘Los Ilusos’.

«Si uno conseguía actuar en los recitales se le reconocía como poeta con derecho a ocupar una mesa sin la obligación de hacer gasto, e incluso a pedir una jarra de agua» Rafael Azcona

En la tarima y mesas del Varela, se dieron cita poetas y literatos como los hermanos Machado, Rafael Alberti, Jacinto Benavente, Miguel de Unamuno o la propia Gloria Fuertes, protagonista de esta historia

“Si no daban coronas de laurel, daban asiento y agua gratuitamente a todo sujeto capaz de subirse al tablado el viernes menos pensado para, desde la tarima, decir su ‘triste’ a través de un altavoz” Rafael Azcona

Manuel Urech. La plaza de Callao desde la calle Preciados en 1957.
-Gloria y sus amigos, se encuentran con el sereno

Aquella noche de viernes lluvioso, Gloria Fuertes y sus amigos habían acudido a la tertulia poética del Café Varela. Una vez terminada, decidieron ir a una taberna de la zona para tomar algo. Pocos minutos después, y ya en el interior de la taberna, apareció el sereno para tomarse rápidamente una copa de aguardiente y volver a salir a hacer la ronda.

Es en este momento cuando Gloria, se preocupa por este sereno y dice a sus amigos: “pobrecitos los serenos, lloviendo y con el chuzo a cuestas, nunca oyen versos…..¡vamos a recitarle los que hemos dicho antes en el café”.

A pesar de que sus amigos no estaban muy convencidos con la ocurrencia de la poeta, Gloria logró convencerlos para salir a la calle y recitarle poemas a ese sereno mientras éste hacía su ronda por el barrio. Al salir a la calle visualizaron al sereno en un quicio de un portal y la poeta gritó: ¡Ahí está!

El sereno, probablemente asustado por la situación, empuñó su chuzo contra Gloria a lo que esta le dijo: “No se asuste señor sereno, venimos a decirle unos versos” Y aunque el sereno no se asustó, éste volvió a levantar el chuzo y Gloria, como había sido la que había tenido la idea, comenzó a recitarle unos versos.

Fotograma de la película ‘El guardián del paraíso’

A nuestro guardián nocturno no le estaba gustando la situación, quizás la interpretó como una burla, y hecho una furia les dijo: “¡Señoritos de mierda, os vais a reír de vuestra puta madre!” y empuñando el chuzo nuevamente comenzó a dar bandazos por la calle intentando darles. Llegados a este punto, Gloria y sus amigos comenzaron a correr por la calle Preciados siendo perseguidos por el sereno.

Al día siguiente, Gloria y sus amigos se reunieron de nuevo y comentando la jugada de la noche anterior llegaron a la conclusión, con tono de humor, de que “la poesía siempre ha estado perseguida porque la persiguen hasta los serenos”. Por otro lado Gloria seguiría preocupada por el asunto y diría pobrecitos los serenos. Nadie les ha recitado nunca unos versos”

Madrid, 1961 (CA.) El típico sereno de las calles de Madrid. Foto ABC

Bonita historia ¿verdad? Lo que se demuestra es el gran corazón que tenía la poeta, que no poetisa, Gloria Fuertes. Ella se preocupaba por todos y con sus versos quería agradar a niños, adultos y a serenos como yo. Si se encuentran conmigo, pueden recitarme poemas, es más se lo agradecía y mucho. Prometo no empuñar el chuzo 

-Bibliografía
  • El libro de Gloria Fuertes. Antología de poemas y vida. Blackie Books. 2017 Madrid

  •  ‘Los Ilusos‘, Rafael Azcona

  • La Obra literaria de Rafael Azcona. Juan A. Ríos Carratalá. Universidad de Alicante

  • Blog Antiguos Cafés ‘El Café Varela’ 

Sin más, se despide atentamente
El Sereno
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Soy un sereno castizo pero del SXXI con un blog muy molón y pintón sobre Madrid en el que encontrarás curiosidades, historia, arte, cultura ocio y restaurantes. ¡De Madrid al cielo!
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