En el mes de octubre de 2009, en el contexto de las obras que se estaban llevando a cabo en la Plaza de las Cortes para ampliar el aparcamiento subterráneo, se producía el hallazgo del basamento original de la estatua de Cervantes de la Plaza de las Cortes y, bajo ella, un cofre de plomo herméticamente sellado de 38,50 x 22,50cm de lado y 22cm de altura.
La aparición de este cofre, al que se denominó “cápsula del tiempo”, se coló en los telediarios y principales diarios nacionales. Historiadores y arqueólogos de la Comunidad de Madrid, coincidieron en que este hallazgo arqueológico, se trataba de un gran legado documental para la historia de nuestro país. Pero ¿qué tenía de especial este hallazgo arqueológico?
-La cápsula del tiempo de la escultura de Cervantes en la Plaza de las Cortes
Para conocer la historia de esta “cápsula del tiempo” hemos de retroceder al pasado y detenernos en el día 11 de diciembre de 1834, fecha en la que tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra de la escultura de Cervantes de la Plaza de las Cortes.
En ese acto, una caja de plomo herméticamente cerrada, fue ocultada bajo el pedestal de la escultura de Cervantes, escultura que además de estar dedicada a una gran figura de las letras hispanas, fue la primera que se dedicó a un personaje civil en Madrid.
Aunque la primera ubicación de la escultura dedicada a Cervantes fuese el Palacio de la Cruzada en la plaza del Duque de Nájera, en julio de 1835 se trasladaba a la Plaza de las Cortes por ser este lugar próximo al Madrid por el que se movió en su última época Miguel de Cervantes. En el año 1968, se construía el aparcamiento subterráneo de la Plaza y por ese motivo la escultura de Cervantes se movía unos 12 metros, dejando en su lugar original, el pedestal y el arca fundacional.
Tras su hallazgo, la cápsula fue llevada al Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares dónde los restauradores de la institución, procedieron a la apertura de la caja de plomo el 17 de diciembre de 2009 con la ayuda de un cuter térmico. Una vez abierta, encontraron en su interior otra caja encajada de vidrio en un estado óptimo de conservación y que se abría mediante un sistema de bisagra.
Tras abrir esta segunda caja de vidrio, se halló un conjunto de documentos que habían sido impregnados en un químico tóxico para evitar el desarrollo de insectos y microorganismos. Los documentos hallados en su interior, habían sido colocados con un objetivo: explicar en el futuro, el contexto de la España de finales de 1834.
-El contenido de la capsula del tiempo
Como se ha dicho anteriormente el contenido de la cápsula del tiempo era un conjunto de documentos que reflejaban el momento histórico por el que pasaba el país. Asimismo constituían un alegato en defensa del liberalismo frente al Antiguo Régimen que se había dejado atrás.
Llegados a este punto no queda otra que pasar a relatar los objetos que se encontraron en la caja y que en la actualidad forman parte de la colección del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid pero no se encuentran expuestos.
La cápsula contenía ejemplares de la Gaceta de Madrid en la que se recogían las disposiciones testamentarias de Fernando VII, la sucesión de Isabel II, la designación de María Cristina como regente y la legislación que hacía referencia a la exclusión de Carlos María Isidro como sucesor al trono.
Relacionado con estos acontecimientos, contenía la caja un ejemplar del discurso pronunciado por María Cristina el 24 de julio de 1834, en la apertura de las Cortes Generales previas a su proclamación como regente.
Se encontraron también documentos como el libro ‘Vida del General Mina’, que relata la vida del general Espoz y Mina, militar defensor del liberalismo frente a los carlistas, y un ejemplar del Estatuto Real para la Convocatoria de Cortes del Reino de 1834.
Pero no acaba aquí el inventario de los documentos hallados en la urna y es que, contenía además una colección de medallas que hacían referencia a diversos acontecimientos: la vuelta de las Cortes desde Cádiz a Madrid , el trienio liberal, la proclamación como reina de Isabel II en 1833 y una dedicada a Cervantes.
No se olvidaron los madrileños de 1834 de colocar en el interior del cofre cuatro tomos de El Quijote de 1819 editados por la Imprenta Real y por la Real Academia de la Lengua Española, una biografía de Miguel de Cervantes, un Diario de Avisos de Madrid de 1834, un libro calendario, una guía para forasteros y varias láminas de Isabel II de niña y de Manuel Martínez Varela, mecenas que financió la colocación de la estatua de Cervantes.
-Y la cápsula fue expuesta en la Real Casa de Correos
Con el fin de que todos los madrileños pudiesen conocer este hallazgo arqueológico, en septiembre de 2010, la Real Casa de Correos acogía la exposición ‘La cápsula del tiempo. Del Absolutismo al Liberalismo en los cimientos de Cervantes’.
En la muestra, podrían verse 43 piezas originales, más de 300 piezas digitalizadas y piezas en 3D que podían contemplarse con unas gafas 3D que se repartían a la entrada. Asimismo, una serie de fotografías dispuestas en la muestra permitían al público que viese cómo fue la excavación que dio lugar al hallazgo de la cápsula.
Esta exposición, no solo exhibía el contenido de la cápsula y la urna original, sino que aprovechaba el hallazgo para situarlo en su contexto histórico y tratar temas como el Madrid de finales del reinado de Fernando VII e inicio del reinado del de su hija Isabel II, el desarrollo de la primera Guerra Carlista o el proceso de implantación del Liberalismo.
Una de las vitrinas de la exposición de la cápsula del tiempo hallada bajo la escultura de Cervantes. Foto: La Comarca de Puertollano
-Una nueva capsula en 2010
Tras haber estudiado los documentos y haberlos exhibido en la Casa de Correos en la exposición anteriormente mencionada, el Gobierno Regional abrió un concurso de ideas no vinculante en la web de madrid.org, para que los ciudadanos votasen los objetos que debían rellenar la nueva urna que se iba a colocar bajo la escultura de Cervantes de la Plaza de las Cortes.
Esta iniciativa, según declaraba el entonces vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte, Ignacio González, se enmarcaba dentro de “las acciones de difusión del patrimonio histórico que se irán desarrollando a lo largo de 2010 para conmemorar que hace 25 años que la Comunidad asume este tipo de competencias culturales”.
Desde el 8 de marzo de 2010 y hasta el 23 de marzo del mismo año, estuvo abierta la votación y se podía escoger entre objetos como un ejemplar de El Quijote con el listado de lenguas en las que se ha traducido la obra, una guía de Turismo, un reproductor de mp3 con las grabaciones realizadas por la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid dedicadas al Quijote, el mapa de la Comunidad de Madrid, las crónicas de los medios de comunicación que se hicieron eco del hallazgo de la cápsula, un juego de imágenes que reflejaban la evolución histórica de la Puerta del Sol, retratos de los entonces SS.MM los Reyes de España y de los Príncipes de Asturias y el proyecto arquitectónico de remodelación de la Plaza de las Cortes, entre otros.
Al finalizar la votación, pudo saberse que unos 2500 madrileños habían participado en la consulta y que sus objetos preferidos para colocar en la futura cápsula eran: una moneda de euro, el plano del Metro de Madrid y varios textos legislativos como el Estatuto de Autonomía, la Constitución Española y la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
P.d: para la redacción de este artículo me he servido de mi propia memoria, de las noticias en prensa, y de la información relativa a la exposición que celebró la Comunidad de Madrid.
